viernes, 2 de noviembre de 2012

UN MÉTODO PROYECTUAL



Ball chair, Eero Aarnio. Finlandia, 1963.
Creatividad no quiere decir improvisación sin método”, sentencia Bruno Munari¹, autor del libro ¿Cómo nacen los objetos? Apuntes para una metodología proyectual², en el que nos muestra el desarrollo de una técnica que encuentra su origen en una necesidad específica (problema de diseño), y que basa su precisión en los valores objetivos de la experiencia.
El proceso de diseño nunca es anárquico, definitivo, ni absoluto; es modificable y depende de la creatividad del proyectista, que no es bloqueado por seguir reglas específicas, sino estimulado al descubrir, bajo un orden concreto, cosas que en lo sucesivo pueden servir a los demás.
Munari establece su método para distinguir al diseñador profesional del “romántico”, ese que no acepta ni consejos al basar su ejercicio en “ideas geniales”, tan arbitrarias como cuestionables. Un método resuelve problemas satisfactoriamente al optimizar recursos, sobre todo uno de los más importantes para la industria: el tiempo.  
A continuación, se extrae de su versión castellana una síntesis esquemática del método. Las flechas indican el orden en el que habrá de tomarse el problema de diseño.

P-->DP-->CP-->RD-->AD-->C-->MT-->SP-->M-->V-->DC-->S

P: PROBLEMA. ¿El problema existe? ¿Es algo que se puede resolver? El problema contiene todos los elementos para su solución, hay que conocerlos y utilizarlos en el proyecto de solución.
DP: descripción del problema. ¿En qué consiste el problema, cómo es? ¿Qué soluciones puede haber para el mismo?
CP: composición del problema. ¿Qué partes componen al problema? ¿Qué sub problemas lo conforman? Cualquier problema puede ser descompuesto en sus elementos. Esta operación facilita la proyección porque tiende a descubrir los pequeños problemas particulares que se ocultan tras los sub problemas.
RD: recopilación de datos. Qué hay, qué existe que pueda acercarnos a las soluciones.
AD: análisis de datos. Consideraciones, valoraciones que proporcionan sugerencias.
C: creatividad. El análisis de los datos exige la sustitución de la operación que comúnmente definimos como "idea” y que pretende arribar (sin nada más mediante), a la solución, por otro tipo de operación que es definida como "creatividad". Sistematizaciones necesarias que se desprenden del análisis de datos. La sucesiva operación consiste en otra pequeña recolección de datos relativos a los materiales.
MT: materiales y tecnología. Experimentación de los materiales y las técnicas disponibles. El ejercicio permitirá al proyectista abrir su abanico de posibilidades en más de un sentido o dirección en el proceso de diseño y le permitirá contar con más recursos para proyectos futuros.
SP: experimentación. Estas experimentaciones permiten extraer muestras, pruebas, informaciones que pueden llevar a la construcción de modelos demostrativos de nuevos usos para determinados objetivos.
M: modelos. Surgen modelos, realizados para demostrar posibilidades métricas o técnicas que se utilizan en el proyecto.
V: verificación. Estos modelos deberán ser sometidos necesariamente a verificaciones de todo tipo para controlar su validez.
DC: dibujos constructivos. Los dibujos constructivos son la convención gráfica que nos permitirá comunicar a las personas que no estén al corriente de nuestros proyectos, todas las informaciones útiles para preparar un prototipo o producto final.
S: SOLUCIÓN






El contenido del libro es muy rico, analiza a profundidad los diferentes factores que intervienen en el diseño y su exposición es prolija, por lo que el lector tendrá en el texto original la totalidad de sus conceptos.

JERÓNIMO IVÁN SAUCEDO GARCÍA

1. Bruno Munari (Milán, Italia, 1907–1998) diseñador, poeta, escultor, pedagogo, autor de libros infantiles y ensayos.
2. Munari, Bruno. ¿Cómo nacen los objetos? Apuntes para una metodología proyectual, Editorial Gustavo Gili, S.A., Barcelona, 1983.

viernes, 10 de agosto de 2012


CIUDAD GOBIERNO ZACATECAS¹
La arquitectura como sede y objeto de la administración pública.

La creación de las instalaciones que darán albergue a los diferentes organismos que conforman el Gobierno del Estado de Zacatecas, tuvo precedentes tan claros como omitidos en su ejecución: la historia de una ciudad señorial; una rica tradición arquitectónica de constantes valiosas y tangibles en toda la geografía zacatecana; la necesidad de descargar un Centro Histórico cuya plusvalía lo ha llevado al abuso, depredación y especulación inmobiliaria; y una oportunidad histórica para el desarrollo urbano.

Síntesis histórica de un conjunto ajeno.
Zacatecas fue una ciudad estratégica en la economía de la Nueva España y aún en el México Independiente hasta la primera mitad del siglo XX, época en la que el país encontraría en el petróleo y la industria de la transformación sus principales ejes de desarrollo. La ciudad registró una disminución significativa en su principal actividad económica y, sin acceso a los nuevos generadores de riqueza, experimentó una suerte de paralización en su casco antiguo (hasta la década de los setenta, se podía ver una ciudad de postigos cerrados durante el día y en planta baja).
Esta falta de riqueza, además del acierto de Don Federico Sescosse Lejeune, derivó en la conservación de sus edificios, que abrirían nuevamente sus puertas después de diferentes programas de descentralización del Gobierno Federal, el desarrollo de la vida universitaria y un renovado impulso comercial. De esa época datan intervenciones de adaptación (la mayoría poco afortunadas), en estructuras centenarias que recibirían a las nuevas actividades, su proveeduría y los servicios complementarios; desplazando poco a poco, la vocación habitacional del lugar. Con el final del siglo XX y la declaratoria de Zacatecas como Patrimonio Cultural de la Humanidad, un significativo número de edificios se vieron seriamente amenazados al reformar o mutilar de manera irreversible su estructura arquitectónica para rentarlos después de haberlos convertido en auténticas bodegas.
Hacia el año 2000, el Gobierno del Estado decide poner fin a un rezago en materia de espacios para un aparato público en constante crecimiento y compra terrenos pertenecientes al ejido La Escondida, donde fue desarrollado un primer proyecto por Luis Vicente Flores, Álvaro Díaz & Asociados; ya concretamente, en un predio conocido con el nombre de Cerro del Gato, un segundo proyecto que tampoco tuvo éxito, estuvo a cargo de Francisco Torija; posteriormente el arquitecto Álvaro Díaz Escobedo, otrora integrante del despacho Sánchez y Asociados, desarrolló un plan maestro que determinó finalmente el emplazamiento en el cual quedó inscrito el conjunto definitivo a cargo de Arditti+ADT/arquitectos, que se concluiría hacia finales del año 2010. 

ARDITTI+ADT/arquitectos; excelente negocio.
Si bien, el despacho describe en su página web la composición general del conjunto como edificios que obedecen a un orden radial, dispuestos a los costados de un par de ejes principales, que generan a su vez, “plazas y conjuntos escultóricos que se convertirán en hitos para la ciudad”, además de que en su ejercicio se pueden leer principios que van desde los modernos hasta las conclusiones últimas de Zevi, prácticamente no existe bibliografía que dé cuenta del proceso que imperó en el diseño de Ciudad Gobierno; apenas si nos podemos remitir a la publicación reciente de un monográfico en la revista atk, y el ya citado sitio de internet.
ARDITTI+ADT asegura haber enfrentado el reto con las siguientes metas: la concentración de las dependencias del estado en un solo conjunto; lograr máxima eficiencia; ofrecer funcionalidad; generar seguridad en el complejo; desarrollarlo bajo la premisa de la conciencia ecológica; implementación de tecnología de punta; y la utilización de materiales de alta calidad.
Resulta interesante la omisión se que hace de la historia y tradición arquitectónica del estado de Zacatecas y la ciudad capital; a cambio, se desarrollaron gestos escenográficos “en referencia” a diferentes monumentos y construcciones que (puede suponerse), tomaron por emblemáticos: un acueducto, silos de ladrillo y plazas de columnas hechas de piedra plana; nada más prescindible habiendo grandes escultores zacatecanos.
Ante lo limitado de su propuesta como ejercicio integral, no resulta difícil deducir que sus conceptos provienen de un entorno empresarial que inscribe a la obra arquitectónica en un concierto mercantil que flexibiliza su ocupación y asegura su rentabilidad;  las formas de financiamiento exigen que la planeación y ejecución de este tipo de obras, observen más las respectivas tasas de interés en el mercado, que la experiencia de entregar a la historia verdaderas referencias culturales.
La ubicación del conjunto respecto a los márgenes occidentales de la ciudad, originó tal tensión espacial que presuponía una buena expectativa urbana para el área; sin embargo, la liga se resolvió con un desarrollo privado llamado Ciudad Argentum; proyecto compuesto por vivienda horizontal, vivienda vertical, área comercial, hoteles, campo de golf y casa club; prácticamente un feudo dadas las características del lugar. Dicho complejo nacería ya valorizado bajo el amparo y la hipotética clientela cautiva de aquel. Probablemente es por esta razón que Ciudad Gobierno no previó espacios para dar cabida a servicios complementarios; necesarios para usuarios que, desplazándose desde diferentes puntos del Estado, invariablemente buscarán dónde comer, hacer compras y hospedarse. 

Una deuda histórica; conclusión.
Quienes hemos tenido oportunidad de recorrer Ciudad Gobierno, podemos dar cuenta del carácter fallido en las premisas planteadas por ARDITTI+ADT para desarrollarla: la concentración de dependencias del Gobierno del Estado no se ha podido cristalizar por una serie de factores que incluyen intereses diversos; quizá otro peso específico como obra arquitectónica ya hubiera logrado la conciliación de todas las partes. La máxima eficiencia presupuestada quedará supeditada a la capacidad de adaptarse por parte de los usuarios a espacios interiores cuya fluidez espacial es interrumpida por una gran cantidad de muros opacos, mismos que generan una legibilidad muy pobre. La implementación de “tecnología de punta”, tendrá que reducirse a las redes de datos y al control del alumbrado. La utilización de materiales de alta calidad probablemente sea menos cuestionable, no así algunos materiales seleccionados, como la alfombra y el abuso de tablarroca. Pero lo que resulta aún más difícil de asimilar es su compromiso con el ambiente: todos los edificios carecen, por lo menos, en un 50% de su superficie, de ventilación e iluminación natural; lo cual demandará grandes cantidades de energía eléctrica al requerir lavado de aire y luz artificial durante toda la jornada de trabajo; esto encarecerá su operación.
Actualmente se discute acerca de la pertinencia del conjunto como inversión. La administración pasada es cuestionada por adquirir un compromiso que se saldará en veinte años a un costo muy alto, sin embargo, el mayor débito es con la arquitectura misma, pues la ocasión pudo haber significado la proyección de un Zacatecas que encontrara en la gloria de su pasado una propuesta concreta y renovada para el futuro, finalmente parece que esta deuda no se saldará nunca.

Jerónimo Iván saucedo García
 

¹La presente entrada corresponde al trabajo desarrollado en enero de 2012 para la materia “Arquitectura contemporánea II”, impartida por el maestro Roberto Rojas, en la Maestría en Diseño Arquitectónico de La Universidad Autónoma de Durango, Campus Zacatecas.





BIBLIOGRAFÍA
atk monográfico, Año 9 No. 46, ARDITTI + RDT arquitectos, Arqui editorial S. A., Naucalpan de Juárez, Edo. de México, 2011.

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martes, 20 de marzo de 2012

NUEVOS PARADIGMAS EN LA ARQUITECTURA

Ejercicio para la materia "Teoría II", de la Maestría en Diseño Arquitectónico, impartida por el Dr. Fernando Noel Winfield Reyes. Universidad Autónoma de Durango, Campus Zacatecas.

"La Arquitectura es el reflejo de la sociedad, y es imposible tener una buena arquitectura sin una buena sociedad".
Renzo Piano

NUEVOS PARADIGMAS EN LA ARQUITECTURA

Con eventos históricos como la Revolución Industrial o la invención del ascensor, la humanidad entera tuvo ocasión de reestructurar vertiginosamente los andamiajes de una evolución cultural sin precedentes. La arquitectura no sólo fue un signo característico, sino un instrumento estratégico para ello. A la postre, en un mundo dominado por  la dictadura del libre mercado, los mecanismos que entonces sirvieron al equivalente de la sexta parte de la población actual, se convirtieron en el problema mismo.
La arquitectura de mediados del siglo XXI no encontrará sus grandes retos en los edificios más altos o en las estructuras más osadas y complejas; tendrá como característica primera la racionalidad en el manejo de la tecnología y la planeación de sus productos, de tal suerte que el impacto sobre el entorno le permita adquirir un primer valor ético. Las nuevas ciencias (fractales, procesos emergentes, auto organización, similiridad, etc.), tendrán un papel significativo no solamente sobre la morfología de los edificios, sino en el proceso creativo mismo.
Las disciplinas que aporten soluciones a los diferentes requerimientos de los espacios vitales del hombre, encontrarán en su diversidad y conjunción eficiente la evolución de una civilización multicultural, en donde un nuevo “estilo internacional” tendría por objeto mostrar no identidades, sino relaciones sanas y solidarias entre pueblos que deseen erigir sus propias expresiones de manera más justa y elevada espiritualmente; si no es así, entonces serán eventos aislados, signos inequívocos de frivolidad, retroceso o parálisis.
La organización de los pueblos, con medios de comunicación, materiales y procedimientos cada vez más eficientes, vastos y sofisticados, así como las características físicas del lugar que ocupan, obligan a las entidades que los conforman a actuar consecuentemente, y cuando lo hacen de manera correcta, éstos pueblos se distinguen, pues es ley universal que no existen dos lugares, a un tiempo, con características idénticas.
Tal orden de cosas obligará la vuelta al origen, a la tierra para convertirla en recurso y solución en condiciones de equilibrio y provecho sustentable para el hombre. Las diferentes expresiones no serán entonces la división y lejanía entre culturas, sino la aceptación de una diversidad cuyo origen mismo es La Naturaleza.
Finalmente, para cerrar el comentario que da inicio a esta nota y para conjurar la sola fascinación por la tecnología, digamos que el momento que vive actualmente la arquitectura sea, tal vez, el culmen de la Revolución Industrial; por lo tanto, un nuevo siglo de arquitecturas evolucionadas, tendrá que ser marcado necesariamente por una revolución antropológica y social.

 Jerónimo Iván Saucedo García